domingo, 15 de agosto de 2010

REMECER A CHILE



Sin duda el Plan Estratégico para el PDC, es un instrumento interesante que llama a la reflexión y no pretende definir la línea política de la DC, como el mismo documento lo dice, al mismo tiempo creo importante aportar ante todos mis camaradas algunas consideraciones para un real debate partidario.

Todos asumimos voluntariamente y con conciencia de organización política histórica, nuestro deber como militantes Democratacristianos, perseverando en la búsqueda de una organización interna más moderna y transparente que permita el pleno desarrollo y participación de todas las visiones del partido, dando paso a la aparición de nuevas ideas y liderazgos en un clima de respeto y fraternidad partidaria.

¿Pero solo bastará con aquello?....Desde luego que no… es aquí donde el mundo de las ideas y la voluntad política deben hacerse presente. Fuimos en una época, capaces de remecer a Chile desde sus cimientos, haciendo las transformaciones más revolucionarias y profundas que tal vez se hayan realizado en la historia de Chile. En cada sector de la nación: minería, educación, salud, economía, campesinado, organizaciones y derechos civiles, etc., dejamos volar nuestros sueños de justicia y libertad en dirección al país que habíamos soñado.

Los liderazgos sólidos y valientes que fundaron nuestro partido o que este produjo mas tarde, nos señalaron el camino, mediante el debate y la reflexión que cada militante en conciencia debía hacer y pusieron claridad a las grandes transformaciones que en el país necesitaba con urgencia para una época en que la violencia como vía para alcanzar el poder era validada por algunos sectores políticos de izquierda. Jamás nos alejamos de los valores, la moral y la ética que nos señalo la Iglesia y en muchas ocasiones logramos con mucho orgullo ser su voz, en el mundo de la política y el gobierno.

El partido entonces llevó la voz del conocimiento y la razón a los miles de chilenos que escucharon con claridad los argumentos técnicos y políticos de la Democracia cristiana Chilena, nos guiaba entonces la paz y la verdad, no las encuestas pasajeras, sabíamos lo que le hacía bien al Chile profundo y permanente en el tiempo. Nuestros líderes ya habían recorrido el país una y otra vez denunciando las injusticias de la pobreza y la desigualdad en una nación bendecida de la mano de Dios. Esa fue la tarea a la que se dieron nuestros padres fundadores durante muchos años solo armados con la solidez de sus argumentos, la claridad y elocuencia de sus palabras y la convicción interna de que su único compromiso era con la nación chilena.

Pero en estos años, algo nos paso en el camino, el triunfo de la derecha no radica en la imposición de sus ideas en los años de dictadura, sino que en la continuación del modelo mientras nosotros fuimos parte del gobierno, tratamos de matizar el sistema con algo de humanidad, es cierto , pero esa consigna y esfuerzo no resulto, las diferencias sociales ya estaban claramente establecidas y la derecha detecto mas temprano que tarde nuestras debilidades y titubeos en materias y áreas en las cuales antes nunca tuvimos dudas , sacándole de inmediato provecho a las debilidades y vacilaciones de un partido alejado de su propia doctrina, ideología he historia reciente. Mientras tanto como partido la perdida del sentido fraterno y solidario, la renuncia a la continuidad histórica con la DC de las grandes transformaciones y la incapacidad de distinguir entre lo trascendente de lo urgente, nos fue lentamente sumergiendo en disputas internas que ancladas en personalismos casi faraónicos que rápidamente renunciaron al mundo de las ideas para entrar al de las querellas y odiosidades personales debilitaron y disminuyeron aun mas nuestra querida DC.

Desde el principio de los ’90, sabíamos en conciencia lo que teníamos que hacer y no lo hicimos, ni nos dimos a la tarea de hacer conciencia a las nuevas generaciones de chilenos de lo que había pasado con los derechos conquistados y como estos se habían perdido en los años en que solo el mercado por la fuerza debía existir:

Un estado empequeñecido, sin recursos, con escasa voluntad de hacerse fuerte y protector y que además nosotros mismos ayudamos a desmantelar entregándole lo poco y nada que quedaba de su patrimonio saqueado, a los grupos económicos que hoy exhiben junto al poder económico alcanzado en ese tiempo, el poder político que en la actualidad casi a manera de burla o estrategia política levanta las propias banderas de la concertación para confundir mas a un Chile alejado del mundo partidista y programático que en su lejanía voluntaria lo ve todo igual.

El cobre, la viga maestra de la economía, como la llamó el Presidente Eduardo Frei Montalva, después de tantas luchas y toma de conciencia, nuevamente en manos extranjeras, generando fortunas inmensas en el extranjero y Chile sin la más mínima participación en la propiedad de estos yacimientos, todos ellos en manos de las nuevas Anacondas Company del Bicentenario…. olvidando la gran lección del salitre donde después de tenerlo todo solo nos quedaron las ruinas de las salitreras olvidadas en el desierto. Es aquí donde las palabras de Radomiro Tomic, “Quién controla el cobre, controla Chile”. Alcanzan una dimensión profética al ver la fuerza económica y política que han alcanzado estos grupos económicos, que no dudan en infiltrar al mundo político o alzar sus voces y golpean la mesa cuando algo no les parece bien mostrándose claramente como un poder real, existente en el Chile actual

Un sistema de pensiones que enriquece solo a sus dueños, entrega pensiones miserables a sus cotizantes y no deja participar al estado en una competencia legítima. Además le niega al ciudadano la posibilidad de elegir entre un sistema de cuenta individual o un sistema colectivo y solidario de pensiones respaldado y administrado por el fisco Chileno.

Aceptamos también un sistema de salud privado casi sin regularizaciones que castiga la maternidad, las enfermedades y a los enfermos y que intenta deshacerse rápidamente de los ancianos cuando ellos se vuelven mas vulnerables y costosos para el sistema. Todo esto afecta fundamentalmente a nuestra clase media, históricamente representada por la DC.

Un mundo del trabajo que ha sido abandonado por el partido. Junto a la importancia de la sindicalización como valida e histórica herramienta de los trabajadores para luchar contra los abusos patronales y dar justicia y equidad a la distribución de los ingresos en donde Chile muestra cifras de tremendas desigualdades que ofenden a nuestra propia historia y doctrina. Este vital espacio social fue dejado en un segundo plano y entregado a sectores más radicalizados que terminan alejando al grueso de los trabajadores.

Una vez fortalecimos y reformamos la educación pública, la entendíamos como el lugar donde el conocimiento, la excelencia y la igualdad encontraban su lugar común, dándole diálogo y entendimiento a la sociedad. Con nuestra reforma educacional logramos que al interior de la sala de clases se formaran alumnos y ciudadanos con un sentido social, crítico y colectivo que entendían el valor del bien de la comunidad por sobre el individualismo exacerbado. Hoy en día el sistema educacional replica y aumenta las diferencias sociales con insospechadas consecuencias para el futuro clima social de Chile…..y el debate solo se centra en los resultados académicos y no en una visión completa del sistema como lo hicimos en antaño.

El próximo debate político en nuestra junta nacional del 28 de mayo, debe dar paso al mundo de las ideas en planteamientos sobrios y de contenido que pretendan dar claridad al futuro de la DC en su rol de oposición, basta de discursos rimbombantes abundantes en palabras y carentes de ideas, siempre dichos por los mismos personajes en horarios estelares, en una especie de competencia de quien saca mas aplausos o vítores de la concurrencia. Todos estamos consciente de que es el tiempo de ser oposición, no basta ahora con ser constructivos y buenos fiscalizadores eso a esta altura es obvio, el desafío actual radicara en lo que seamos capaces de proponerle a Chile como DC… para que Chile vuelva a confiar en nosotros y tener la claridad como partido de generar en los nuevos liderazgos, los camaradas que le señalen un camino al país con la valentía y la consecuencia política de todos los camaradas anónimos y públicos, humildes y poderosos que hicieron grande este querido partido .

Fraternalmente



Ricardo Rabanal Bustos
Presidente Comunal PDC
Antofagasta


Democraciacristiana II Región ……..En la senda de Radomiro Tomic y Edmundo Pérez Zujovic

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